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Un remate es una subasta pública en la que se venden bienes inmuebles o muebles. Puede ser judicial (cuando lo ordena un Juzgado) o particular (cuando un propietario decide vender su bien en subasta).
En la cartelera de remates encontrará edictos, fotos y condiciones de cada bien.

• La seña, comisión e impuestos se pagan en el acto (efectivo, cheque certificado o letra de cambio).

• Conviene calcular entre 40% y 45% del valor para cubrir la oferta inicial y gastos.

• Si el remate es en pesos pero lleva dólares, se aceptan al tipo de cambio comprador del día.

• En remates judiciales es recomendable que un profesional de su confianza revise el expediente.

• Si compra en Montevideo y vive en el interior, deberá constituir domicilio en la capital.

• Es el método de venta más transparente.

• Usted fija la base, y debajo de ese valor el bien no se vende.

• Se realiza una campaña de publicidad en prensa y TV especializada.

• Se evita el desgaste de la venta tradicional (visitas, regateo, etc.).

• La competencia entre compradores suele llevar el precio por encima de lo esperado.

Puede requerir una tasación en situaciones como:

• Créditos hipotecarios o con garantías reales.

• Compra/venta o alquiler de inmuebles.

• Resolución de litigios familiares o particiones.

• Procesos judiciales (ventas forzadas, expropiaciones).

• Seguros e indemnizaciones.

• Fusión, absorción o liquidación de empresas.

• Recuperación de créditos.

• Inmuebles: urbanos, suburbanos y rurales.

• Bienes muebles: vehículos, maquinaria, colecciones.

• Ganado: ovino, bovino, equino.

• Otros bienes: marcas, llaves de comercio, cuotas de sociedades.